En la pasada publicación de nuestro blog hablamos sobre la importancia de lavar los uniformes sanitarios haciendo hincapié en separarlos del resto de nuestras prendas y eliminar previamente los fluidos que puedan haberlos manchados.
En esta nueva publicación de nuestro blog vamos a ofrecer el resto de pautas que debemos seguir para asegurarnos de nuestros uniformes laborales tienen la desinfección que necesitan.
Uno de los consejos que debemos seguir es, que a pesar de querer conseguir una desinfección, lo ideal es reducir en la medida de lo posible el uso de lejía. Al ser un químico tan agresivo por una parte debilitará las prendas a lo largo de varios lavados y por otra, porque puede causar alergias la piel.
En el lavado, para asegurarnos de que la prenda se desinfecta deberemos hacerlo a una temperatura de unos 60 y 70 grados ya que es la ideal para que los microorganismos mueran.
Aunque la tarea del planchado sea una de las labores más tediosas, el planchado de la ropa sanitaria no tiene como fin último la estética, sino la desinfección. De este modo podemos asegurarnos de que los microorganismos mueren.
Lo ideal es que después del lavado, el secado al aire y el planchado dejemos de nuevo las prendas colgadas aireándose antes de guardarlas en el armario.
Siguiendo estos consejos lograremos desinfectar nuestros uniformes laborales y cuidar nuestra salud.