Teoría del fuego II: El triángulo

Ya sabemos que para que mane el fuego es necesaria la combinación de tres elementos indispensables que, juntos, son conocidos como “el triángulo del fuego”.  Estos tres elementos imprescindibles son:

– COMBUSTIBLE

Se trata del componente que se oxida (se quema) y se convierte en otras sustancias, como por ejemplo: alcohol, papel, madera,  butano… Como ya hemos dicho anteriormente, el fuego puede ser taxativo en función del tipo de combustible empleado.

– COMBURENTE

Es la sustancia que reacciona, es decir, se oxida, con el combustible dando lugar a la combustión. Por regla general, el comburente suele tratarse del oxígeno que está presente en el aire (cabe explicar que la atmósfera se compone de un 21% de oxígeno y el resto, nitrógeno). No obstante, también puede tratarse de un sólido como los que utilizan en pirotecnia, como el nitrato amónico) o un líquido como el agua oxigenada.

El rango de explosividad o inflamabilidad viene determinado por el tipo de combustible que lo genera y cómo se ha mezclado con el aire. Fuera de ese rango, no se producirá reacción de combustión.

Aunque haya la cantidad necesaria de oxígeno disponible para que se produzca fuego, la mayoría de los incendios se desarrollan siendo una combustión incompleta que genera gases inquemados, hollín y monóxido de carbono (el gas responsable de la mayoría de los fallecimientos en los incendios porque es muy tóxico).

Grosso modo, la combustión completa solo suele darse en aquellas cuya reacción ha sido motivada con mezclas preparadas previamente de los reactivos. Por ejemplo, hablamos de los fogones de la cocina, la caldera, un soplete,… En estos artilugios se producirá una combustión completa siempre y cuando estén perfectamente regulados porque cuentan con un mecanismo de seguridad que evita posibles intoxicaciones por CO.  

Si la concentración de oxígeno en el aire desciende la combustión no se produce. El valor mínimo de oxígeno (MOC) depende de cada sustancia inflamable. Por debajo de un 14% de oxígeno la mayoría de sustancias no arde. Si la concentración de oxígeno es mayor, el rango de inflamabilidad aumenta y la combustión se produce con más energía.

– CALOR

Tiene dos componentes: la temperatura del combustible y la energía mínima de ignición. 

Las llamadas del fuego se dan siempre que existan gases concentrados en cantidad suficiente para que la mezcla con el aire se encuentre dentro del rango de inflamabilidad.

En esta tesitura, los sólidos y los líquidos deben transformarse en gas y eso se consigue con una temperatura determinada para cada combustible.

 

Puertas de evacuación

Por ley, cada edificio debe contar con puertas de salida de emergencia. El objetivo de las mismas es evitar que se propague algún siniestro de un lado a otro de un edificio, permitiendo a las personas evacuar el lugar de manera segura.

¿Qué características deben cumplir las puertas de evacuación?

Por un lado, este tipo de salidas no están fabricadas con materiales convencionales o comunes a las puertas de salida. No persiguen la estética, sino la eficacia.

Destacan y se definen por su resistencia, baja combustibilidad, pueden estar revestidas por retardantes al fuego y se ajustan a las normas internacionales en materia de prevención de riesgos.

En todos los edificios debemos de diferenciar dos tipos de puertas a la hora de elaborar un croquis de evacuación eficiente: las de ‘salida habitual’ y las de ‘salida emergencia’.  La salida habitual no es una salida de evacuación.

¿Cómo se clasifican las puertas de evacuación?

  1. Puerta de emergencia. Elaboradas con cualquier tipo de material exceptuando el vidrio crudo. En ciertas ocasiones cuentan con un dispositivo de cierre, como un brazo hidráulico, o de apertura, como una barra antipánico.
  2. Puerta corta humos. También se elaboran  con cualquier tipo de material, excepto el vidrio crudo y posee un dispositivo de cierre (brazo hidráulico) y sellos corta humo en todo el contorno de la hoja. A veces, además dispone de una barra antipánico.
  3. Puerta corta fuego.  No importa el material con el que se realice siempre y cuando se cumpla con la certificación oportuna que ratifique su resistencia al fuego. Los laboratorios certificadores acreditarán las pruebas según se establece en la NFPA 252.

La resistencia al fuego de las puertas se clasifican en, puertas de 20 minutos, de 30 de 45 de 60 de 90 de 120 y de 180 minutos.

Las medidas que deben cumplir las puertas de emergencia

  • La señalización que indica dónde se encuentra la salida de emergencia debe colocarse como mucho a 2,20 metros de ella. El cartel debe poder leerse a 20 metros de distancia.
  • La apertura de las puertas de emergencia tiene que estar orientada hacia el exterior. Las personas que van a salir por ella deben poder hacerlo con tan solo empujar hacia el exterior.
  • Nunca pueden estar bloqueadas, deben poder abrirse con facilidad y tener el acceso a ellas y la salida de libre acceso. Es una de las causas más frecuentes de accidentes.
  • Fácil acceso.
  • Los locales que cuentan con una iluminación baja, como bares, discotecas o salas de conciertos, deben tener la luz necesaria para indicar dónde se encuentran las salidas de emergencia.
  • Por lo general, estas puertas son metálicas. Si son transparentes por cualquier motivo, deben estar fabricadas con vidrio de seguridad.
  • El ancho de las puertas. Su altura debe ser de 2,03 metros como mínimo y su anchura de 0,9 metros para 100 personas, el ancho se verá incrementado en 60 centímetros por cada 100 personas más que esté previsto que abandonen la sala por esa puerta.

La importancia de las señales de seguridad contra incendios

La señales de emergencia son una serie de carteles colocados en puntos estratégicos para señalizar extintores, salidas, sirenas y todo tipo de materiales de prevención de incendios. Estas señales son la primera medida a la que se debe recurrir en caso de incendio. Su finalidad es la de orientarnos en caso de fuego.

Las principales funciones de estos carteles son las siguientes:

Encontrarnos en un edificio que no conocemos y que se vea envuelto en un incendio puede volverse un laberinto en medio del caos que desencadena el incidente. En estos casos las señales de emergencia nos orientaran para salir al exterior de forma rápida y por la ruta más segura.

Cabe resaltar que estos carteles brillan en la oscuridad, por lo que si se produjera un corte de electricidad, algo habitual en estos casos, las señales nos servirían de indicadores para encontrar los extintores o las puertas de salida, permitiéndonos salir de forma rápida.

De este modo, al tiempo que instrumentos como los extintores son revisados, las señales de emergencia deben someterse a un mantenimiento. Decidir los lugares que ocupen los carteles debe ser fruto de un estudio previo que tenga en cuenta las características de las instalaciones, las salidas y la visibilidad.