Llega el frío y, con ello, el uso de chimeneas para mantenernos caldeados en nuestros hogares. Pero debemos cerciorarnos antes de usarla que está en buen estado, limpia, revisada y con una buena combustión, pues de no atender a estos aspectos nuestra chimenea podría provocar un incendio.
Una chimenea sucia es una de las principales causas de incendio en las viviendas porque una acumulación excesiva de hollín en el conducto de humos puede provocar la rotura del mismo. Esta capa pegajosa es altamente combustible y, por ello, se ha de mantener una correcta limpieza regular.
Los bomberos aconsejan realizar una limpieza anual de la chimenea, evitar fuegos altos y materiales de mala calidad y estar seguro de que el conducto está libre y alejado de vigas y otros elementos inflamables. Por otro lado, recomiendan no usar maderas blandas, como abeto, chopo o pino, y sí otras como roble o fresno que generan menos residuos y son de combustión más lenta. Se debe apagar el fuego cuando nos vamos, usar salva chispas y chapas para evitar que caigan ascuas sobre el suelo y no quemar ni plásticos ni cartones.
En cualquier caso, se ha de llamar al 112 a la mínima que olamos a humo en nuestra casa, pues los incendios en chimeneas se suelen manifestar después.