En entradas anteriores hemos visto las clases de fuego, esencial para saber cómo extinguir un incendio, pues dependerá del combustible que lo provoque. Lo que hay que hacer es romper la cadena que producen un incendio y retirar uno de los cuatro elementos que lo forman.
Puede ser por eliminación, es decir, cortando el suministro de gas, por eso es el mejor método para los incendios de gases. Nunca se debe de hacer con agua o extintor de polvo si no se sabe si podrás cortar el gas, pues podría provocar una explosión.
Otro tipo de extinción es la sofocación, supone eliminar el contacto del combustible con el aire con un elemento que no arda. Es un método efectivo para incendios de interiores. Son una buena opción los extintores de espuma porque crean una capa resistente de burbujas sobre la superficie del combustible impidiendo así el contacto con el aire.
El siguiente es por enfriamiento, utilizando el agua como sustancia más habitual porque necesita gran cantidad de calor para aumentar su temperatura y para evaporarse.
Por último, está el método de inhibición, en el que se elimina el incendio proyectando alguna sustancia que separe físicamente esos radicales y que además reaccionen con ellos. Es lo que hacen los extintores de polvo.