La definición de extintor de incendios según la norma europea es: “aparato que contiene un agente extintor que puede proyectarse y dirigirse sobre un fuego por la acción de una presión interna, generada mediante una compresión previa permanente o por la liberación de un gas auxiliar en el momento de la utilización”.
Hay tantos tipos de extintores como clases de fuego (A, B, C, D). Teniendo en cuenta esta categorización, podemos entender mejor las clases de extintores existentes y sus características particulares:
- Extintores de agua: son apropiados para extinguir fuegos de tipo A, producidos por elementos sólidos como la madera. Es importante no utilizarlo en lugares con electricidad para evitar el riesgo de electrocución.
- Extintores de polvo: es el más común y es indicado para los tipos A, B (líquidos como el gasoil) y C (gases como el hidrógeno). Son los ideales para las viviendas, oficinas y empresas.
- Extintores de C02: aptos para fuegos de tipo A, B y C. Debido a su elemento químico, es necesario salir del lugar una vez extinguido el fuego para evitar intoxicaciones.
- Extintores para fuegos especiales: son los únicos que se pueden utilizar para sofocar fuegos de clase D (metales como el magnesio). Actúan en general por sofocación, pero también pueden absorber el calor.