Uno de los elementos prescindibles para la tranquilidad hogareña es un buen sistema de protección contra incendios que nos ayude a defender nuestras viviendas de algún posible fuego.
Además de detectores de humo y alarmas, otras medidas de seguridad con el fuego incluyen los materiales ignífugos y de aislamiento.
Los materiales ignífugos son todos los que resisten y soportan bien los incendios. Se utilizan como base para elementos del hogar. De esta manera su principal cometido es detener la llama para que no prenda y proteger las estructuras que lo recubren. De este modo el fuego no deteriora tanto la casa y esta no sufre daños estructurales que requieren obras o reconstrucciones.
Hay una gran variedad de materiales para proteger nuestro hogar. En primer lugar, lana de roca, excelente como aislamiento contra el fuego y aislante térmico en general. La lana roca es uno de los mejores materiales que, además, nos ofrecerá protección acústica.
El hormigón es otro de nuestro aliado para resistir el fuego, es incluso más resistente que el acero. La presencia de este elemento garantizará la mayor resistencia posible hasta la extinción del incendio.